El vocalista de Killswitch Engage Jesse Leach recuerda el momento en que superó los pensamientos suicidas y dice que hay siempre esperanza para cualquier persona en una situación similar. Leach dice que "no podría haber pedido un mejor hogar que en el cual se crió" pero añade que incluso eso no fue suficiente para mantenerlo libre de la depresión. Criado como un cristiano, él dice que fue cuando comenzó a cuestionar su fe en Dios su depresión realmente se apoderó de él. En palabras a la Fundación You Rock: "Hubo una noche en particular cuando estaba listo, que era sólo total desesperanza. Tuve una divina intervención, lo que quieras llamarlo, me pasó a mí. Si no crees en Dios, llamalo intuición. "Yo estaba viendo cómo las hojas se caen de un árbol y me sentí como si yo fuera una de ellas que simplemente se rindió. Era como si todo este dolor podría desaparecer si yo hacía eso. Me asustó a mí mismo porque he tenido entretenido suficiente el pensamiento donde lo consideré. "A partir de ese momento algo pasó y entré en el modo de supervivencia. El pensamiento de que podía levantarme en este momento y hacer cualquier cosa. Eso fue la esperanza que llegó a mi vida. "Recuerdo sólo montar mi bicicleta, verter lágrimas. Perdí la de esperanza y eso es cuando las cosas empezaron a cambiar para mí. Yo podría acceder fácilmente la felicidad y el potencial de la vida me lo podía ofrecer. La vida es fugaz y hermosa de un momento al siguiente. "No tienes idea de lo que el mañana nos tiene. Lidiar con la depresión y la pensamientos suicidas - Es muy difícil, pero lo hice. Yo se que cualquier persona puede obtener algo bueno a través de esto, no importa lo que sea". Leach añade que hablar de los problemas con sus seres queridos es de vital importancia para ayudar a superar pensamientos suicidas. Su vídeo de la fundación viene después de que, Corey Taylor discutió el intento de suicidio en un esfuerzo para poder conectarse con los fans con problemas. El suicidio como resultado de la depresión sigue siendo la tercera mayor causa de muerte entre personas de 15 a 24 años en los EE.UU.
